BALADA ANTITERRORISTA
Están en todas partes,
como las piedras,
como las piedras que no sienten,
son buitres,
buitres rapaces que siegan la vida,
que llenan de sombras la alegría
y de tristeza el alma de los hombres.
Son rocas insensibles,
sólo rocas,
sin ideas, sin cerebro,
sin sustancia,
que arrancan el corazón a cuchillo
y luego se lo devoran entero.
No saben, no ven, no sienten,
porque no entienden
que el aire es una delicia
y la vida un escalofrío:
del infinito un suspiro.
Son buitres al olor de la sangre,
gusanos que empañan los sueños,
serpientes que rezuman veneno.
Son jueces de veredicto irrevocable,
licenciados en derecho en los infiernos,
expertos en entierros y esqueletos,
seres perfectos, verdugos implacables.
Y cuando uno que es humano,
se detiene un momento
y los mira y siente alguna pena
es porque ellos aún no saben
que los muertos,
al final,
se terminan explotando en la cabeza.
©Fernando Luis Pérez Poza