PIENSO EN TÍ, COMPAÑERA
Hoy, con el aire envuelto
en una tiniebla de tristeza,
pienso en ti, compañera.
Me pregunto por dónde
andarán tus huesos, tan lejos
de mi cuerpo, tan cerca de mis versos.
Aquí, en esta isla solitaria
del tiempo, pienso en ti,
en tu piel suave como un beso,
en tu boca madura de fruta
a punto de caer del árbol,
en tus ojos de fresa enamorada
que miran con el fuego de una llama
y apagan en el aire las distancias.
Aquí, en este remanso solitario
que el río de mi vida me depara
me detengo a soñar tus pechos
con la blanca ternura de mis dedos
y la lava encendida de mis brazos.
¿Dónde estás, compañera?
¿En qué universo
se han escondido tus átomos?
¿De qué materia transparente
estás hecha que no alcanzo
nunca a divisar tus cielos?
Pienso en ti, compañera.
© Fernando Luis Pérez Poza