TOMAD MI SANGRE
Aquí estoy. Con la verdad en los labios
y el corazón diluido en la palabra,
profundo, lleno de pasos y de versos,
vivo y permanente, insondable,
adherido a cada una de las horas
en las que palpita el sentimiento.
¿Qué queréis de mí?
¿No os basta mi palabra?
¿No os basta el sonido de mi voz
retumbando en la garganta?
¿Queréis, además, mi sangre?
Pues tomadla.
Dejad que corra por el papel
como si fuera un verdadero
y desbordado río de tinta roja.
No pienso detener su impulso,
su corriente de espuma y fuego,
su alma dilatada de fragua
donde se forja el hierro
salvaje de la poesía.
Aquí estoy. Sin miedo.
Firme como una roca ante el reloj,
saboreando la médula del tiempo,
encantado de sentir sobre la piel
la febril densidad del universo.
©Fernando Luis Pérez Poza