VIDA
Si en el centro de la flor
encuentra el polen la abeja,
si en la nariz el olor
y en la cabeza el dolor
de las cosas se refleja;
si en el llanto de los ojos
entre sueño, polvo y miedo,
salen las penas al ruedo
y se diluye el enojo
que provoca todo enredo
en la vasta densidad
de la humana existencia,
se alcanza con claridad
un trozo de eternidad
y se pierde la inocencia.
Vida, sacra melodía,
dulce pétalo del trueno
donde muere la utopía
y se fragua la agonía
que palpita en el veneno.
Vida, sádico momento
que nos regala el vacío
incorporado al aliento
al igual que el pensamiento
y las gotas del rocío.
¿Queréis verla como un sueño,
y proclamar su riqueza...?
Sabed que Dios es su dueño,
único autor del diseño
que parió vuestra rareza.
Saboread su tesoro
antes de que el creador
os clave el asta de toro
de ese final indoloro
que te quita hasta el color.
Sentid su frágil esencia
circulando por las venas
como mortal penitencia
que revela la insolvencia
de sus cantos de sirena.
©Fernando Luis Pérez Poza