TODO, TODO ME PARECE PLÁSTICO
Todo, todo me parece plástico,
el absurdo confeti de una nada
que estruja en los dedos la idea
y ahoga la tinta en palabras
y en hielos de numen solitario.
Ayer se escribe con letras que duelen.
Una "a" estúpida que recuerda el antes.
Una "y griega" tonta que rememora el cáliz
y se bebe el poco tiempo que nos queda.
Una "e" que espanta y es espasmo
escondido en esa especie de efigie ebria
que exuda extrínsecos extravíos.
¿Y qué decir de la "erre"?
Esa rémora que rueda
y recuerda a un rabo de rábano retorcido.
Todo, todo me parece plástico,
hasta el azúcar que sorbe
el intestino del agua
y atraviesa el éter de una tarde homicida.
Hoy se escribe con hache de humo
y de heno y de hueco muy hondo
y de hilos que hunden al hombre
en humedades de herrumbre heterodoxa.
Todo, todo me parece plástico,
hasta los besos blandos de tu boca barata
y buhardilla borracha que buscan barrancos.
©Fernando Luis Pérez Poza