ES VERDAD
Es verdad. Hay tanto odio
envejecido en la bodega del corazón,
tanto muerto inocente
sepultado en el vientre del olvido,
tanta luz carcomida
por la mano poderosa de las sombras
que no alcanzo a comprender al ser humano.
Yo no hablo de regiones
tan ignotas que no existen,
ni de un país lejano
situado en la otra orilla del océano,
ni siquiera del solar de tu hermano:
hablo de ti,
de la furia que golpea tu pecho
y levanta muros de ceniza
en las grutas más hondas del alma,
en la arena triste de tu boca
que sólo sabe masticar espuma
y escanciar mareas de violencia;
hablo de ti
y de la maldita costumbre que tienes
de hacer daño a los demás
con tu lengua de espinas afiladas
y la sucia cloaca de tu alma.
No eres más que un fantasma
atrapado en un castillo de mierda
que no sabe qué hacer
con su inmenso excedente.
Qué importa tu nombre
o nacionalidad
o la fea careta de carnaval
tras la que escondes el rostro
para verter tus miserias.
Eres mierda,
mierda que huele a Hittler
y a intolerancia nazi,
a cruel asesino de niños y esperanzas,
a neurosis obsesiva y soledad negra
de la peor calaña.
Es verdad. Para qué decirte nada
si en ti no hay nadie
salvo el olor podrido de la basura
y las orquídeas putrefactas.
Es verdad. Hueles a mierda
y por eso hoy: abriré la ventana,
no quiero que quede ni un gramo
de ti o de tu aroma
adherido al metal de mi campana.
©Fernando Luis Pérez Poza