LOS RITMOS
Allí se forjaron los ritmos,
en el vaivén de los recuerdos.
De aquellas viejas melodías,
de aquella lluvia destilada
en el vapor de los sentidos
brotaron los sones rituales,
el noble río desatado
de la música y de la danza,
el fértil verso coronado
por la espuma y la palabra.
Cada uno fue un fósforo blanco,
un candil brillando en la niebla,
un faro alumbrando el cerebro.
la luz goteando en las letras.
Para derrotar las distancias
el poeta recorrió en sueños
vergeles repletos de musas,
planetas sembrados de sombras,
infiernos de llamas ardientes.
Y nadie pudo detenerlo.
Extrajo del árbol la savia,
del océano las mareas,
a los mares robó la espuma,
de sus venas fluyó la tinta
desnuda de los sentimientos.
Y nadie pudo detenerlo.
Su sangre tenía la fuerza
reprimida de mil tormentas.
© Fernando Luis Pérez Poza