SUPOSICIONES
Si simplemente miraras en mi interior,
si simplemente derramaras tu alma en mi corazón,
tu fértil polen, tu fuego,
si sembraras tus cepas como una raíz profunda
allí donde mi latitud más honda se esconde,
si indagaras en mi soledad, en mi dolor, las penas
huirían a otra parte, como si fueran
pájaros negros
al olor de la tormenta,
como si fueran hojas del otoño
cabalgando en la rosa de los vientos,
como si fueran velas
que ondean en el aire
sus tristezas llenas de pañuelos blancos.
Si simplemente tus ojos
me mostraran
esas gaviotas que sueñan horizontes,
esas campanas delirantes como besos
que estallan en la boca,
esos secretos guardados en el cofre
de tu piel, de tus dedos, de tus manos,
se llenaría mi mar de tus océanos
y entrarían tus olas a barrer
para siempre
la cubierta turbulenta
de mis hielos.
Si el aroma marino de tu cuerpo
expandiera su esencia por mis costas
y la espuma y el marfil de tu locura
se escanciara en el eje de mis huesos,
arderían las palomas en mis venas
como fuegos de artificio celestiales
y la luz del universo estallaría
en mil haces y cristales de colores.
© Fernando Luis Pérez Poza