ACEPTO TUS BESOS
Acepto tus besos,
esos besos ardientes
con sabor a musgo y a túnel
que las estrellas encienden.
Súbeme a tus corceles
y juntos cabalguemos los vientos
hasta el fin
de la gloria o de tus cielos.
Ya oigo el redoblar de tus cascos
al trepar por la pendiente
fértil de la madrugada.
Abdica si quieres de tu trono,
no temas, no te importe,
que yo de nuevo te haré reina,
reina de un reino sin penas,
sin orillas, sin fronteras.
Y juntos haremos de nuevo
que vuele el cielo
y que la tierra,
en el fulgor de un momento,
se hunda para siempre en los infiernos.
Y cuando llegue la noche
y la redondez del mundo sepa
al sabor de mis manos sobre tus pechos,
desembocaré en tu cuerpo
para destilar un río de tesoros
y me hundiré en ti
definitivamente
como penetra una raíz
en lo más hondo
de la tierra prometida.
Entonces reposará el mar en tus ojos
y las nubes cruzarán el cielo
como pañuelos blancos
que sueñan la alegría inmensa
de un adiós sin fin.
©Fernando Luis Pérez Poza